El Orgullo Feminista

Proverbios 6:16-17

¡Buenos días mujercitas, espero se encuentren bien! Hoy voy a platicar de algunas de esas cosas que Dios aborrece, Proverbios 6:16-17 dice: “Seis cosas aborrece el Señor, Y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente…” Y hasta aquí me voy a enfocar el día de hoy.

Yo creo que, si somos honestas, con alguna de estas cosas nos vamos a identificar; la soberbia está tan ligada a nuestro corazón como las mentiras a nuestra boca. Estos versículos lo dejan bien claro; Dios repugna y rechaza estas actitudes. Pero, de hecho, hay muchos otros versículos que aseguran que Dios no solo aborrece la actitud pecaminosa sino a las personas pecaminosas.

Y yo sé que esto te puede sonar muy fuerte y te puede hacer corto circuito porque se ha creído el famoso dicho de Mahatma Gandhi que dice que “Dios odia al pecado, pero ama al pecador”. Y mucha gente que defiende la postura de Gandhi afirma que Dios es puro amor y que por lo mismo no podría repudiar a nadie. Pero pasan de largo la justicia de Dios y que la Biblia dice que Dios va a castigar al malvado que no se arrepiente de su pecado y que no acepta el sacrificio de Cristo. De ahí que es tan importante que reconozcamos nuestros errores y pidamos su perdón.

Salmo 7:11-12: “Dios es juez justo, Y Dios está airado contra el impío todos los días. Si no se arrepiente, él afilará su espada; Armado tiene ya su arco, y lo ha preparado”. o Salmos 5 “Los insensatos no estarán delante de tus ojos; Aborreces a todos los que hacen iniquidad. Destruirás a los que hablan mentira; Al hombre sanguinario y engañador abominará el Señor.

Ósea Dios no va a castigar a la mentira, al robo, a los malos deseos, la Biblia no dice que va a mandar al infierno al adulterio, noo, Dios va a castigar al soberbio, al mentiroso, al adultero, al asesino ¿me explico? A la persona, no al sentimiento.

Pero lo bonito de todo esto, es que Él nos da la salida, Juan 3:16 nos explica que por amor Dios envió al mundo la manera en la que podemos ser salvos de su ira, a Jesucristo, pero las personas que no aceptan el sacrificio de Cristo e insisten en hacerlo a su manera, están rechazándolo la manera que Dios diseñó y siguen estando bajo la ira de Dios. No porque Él sea malo, sino porque el pecador rechaza su ayuda.

Pero me quiero detener un poco en eso de “los ojos altivos” porque la arrogancia se nos da de manera natural y como mujeres debemos estar conscientes de estas actitudes en nuestro pensamiento y en nuestro comportamiento.

Y voy a hablar específicamente del trato que tenemos con los hombres porque el feminismo ha tocado nuestra puerta y la mujer cristiana se ve confrontada con las ideas del mundo; un mundo que nos dice que debemos ser independientes, buscar nuestra realización personal, una sociedad egocéntrica que nos dice que somos lo máximo, que todo lo podemos alcanzar y que no necesitamos de un hombre que nos guie…hasta la mujer más cristiana se ve influenciada por ese pensamiento altivo y arrogante “YO todo lo puedo”.

Por ejemplo, las esposas podemos llegar a ser muy soberbias… como que tenemos un chip innato de querer decirle a nuestro esposo qué y cómo tiene que hacer absolutamente todo, pero no nos conformamos con darle un buen consejo, sino que muchas veces creemos que nuestra palabra es la ley, y si el hombre no hace lo que nosotras sugerimos… inmediatamente nos apresuramos a cuestionarlo, juzgarlo, criticarlo o a enojarnos. O, nos vamos para el otro extremo y no le decimos nada porque “es obvio que él ya debe saber…yo no voy a decirle absolutamente nada”.

Nos creemos superiores y lo hacemos menos. Y eso, mujercitas se llama arrogancia y la arrogancia a Dios no le gusta. Dios te puso como esposa para que lo ayudes a ver lo que él no ve, no para que lo sobajes, ni lo manipules, ni mucho menos para que termines haciendo lo que a él le corresponde hacer.

Miren, la ideología feminista clama buscar igualdad sexual, pero no se dejen engañar que de igualdad no tiene nada, porque lo que en realidad busca es la completa independencia y superioridad femenina, no la igualdad. Es un movimiento creado por mujeres que fueron profundamente lastimadas por hombres malvados. Pero el movimiento se fue al otro lado del espectro y es por demás arrogante, altivo y busca sobajar al hombre.

Como cristianas deberíamos de sentir indignación al ver como ese hombre qué fue diseñado por Dios fuerte, para traer liderazgo y protección a la mujer y a su familia, ahora está siendo denigrado y sometido a esa ideología torcida. Como esposas debemos respetar a nuestros maridos y tener claramente el objetivo de ayudarle a ser el mejor hombre que pueda llegar a ser. Como mamás debemos educar a nuestros hijos varones a ser esos líderes que Dios manda, no unos mangoneados amos de casa, a nuestras hijas debemos educarlas a ser esas mujeres como la Biblia enseña, no esas harpías chupa sangre que te venden en las novelas, ¡Caray y luego nos sorprendemos y nos indignamos porque cada vez hay más lesbianas y gayes! Pues ¿cómo no va a haber si como mamás no les modelamos los roles bien definidos?

Ahora déjame que te diga otra cosa, la Biblia si enseña la igualdad sexual, hombres y mujeres fuimos creados iguales, a la imagen de Dios, pero tenemos roles diferentes, a mí me gusta explicarlo con la imagen de un avión. Para poder manejar correctamente un avión se necesita forzosamente un capitán y un copiloto. Ambos son totalmente valiosos, indispensables, capaces, pero deben conocer sus funciones específicas, porque, aunque el piloto es el responsable final de cada decisión que se toma, el copiloto es una parte fundamental ya que una sola persona no podría con todo.

Te dejo con esto en mente, esta semana analiza si en verdad estás respetando a tu marido como Dios manda, si estás modelándoles a tus hijos los roles cristianos y pídele a Dios que te perdone por todas esas veces que has sido arrogante y proponte dar un giro distinto.

¡Que tengas una linda semana, y que Dios te bendiga!

Publicado originalmente en Estudie la Palabra el 28 de Mayo de 2019 por Aimeé Perez