Cuídate de ti misma

Proverbios 4:23

¡Buenos días mujercitas, espero se encuentren bien! Hoy estaré hablando de un Proverbio muy conocido que dice: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida” Proverbios 4:23

Cuando la Biblia habla del corazón no se refiere al musculo cardiaco, generalmente se refiere a ese lugar en donde están los pensamientos, sentimientos y el intelecto. Por ejemplo, cuando Dios le dice a su pueblo que les quitará el corazón de piedra y les pondrá un corazón de carne, lo que está diciendo es que les va a quitar esa insensibilidad e indiferencia hacia las cosas espirituales. O cuando dice en el Evangelio de Mateo que del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias… lo que está diciendo es que el corazón es ese lugar en donde se maquinan las ideas.

Y la Biblia nos exhorta a que cuidemos nuestro corazón o nuestro pensamiento. Y para cuidarlo es completamente necesario poner mucha atención a lo que escuchamos y a lo que vemos, porque eso siempre va a influenciar lo que vamos a desear y lo que deseemos va a determinar lo que vamos a hacer ¿me explico? Por ejemplo, si yo me la paso viendo programas de cocina en menos de lo que te platico voy a comenzar a platicar de alimentos y voy a terminar innovando nuevos platillos a la hora de la comida.

Pero ojalá que todas las cosas fueran tan benignas como un platillo nuevo a la hora de la comida. La verdad es que la gente no le da importancia a lo que ve en el cine, en la televisión, ni en las redes sociales.

Es impresionante la cantidad de información innecesaria y dañina que recibes todos los días. Noticias amarillistas, escándalos sociales, sexo implícito y explicito, infidelidades, violencia y la gente lo deja pasar creyendo que tendrá la suficiente madurez, inteligencia y capacidad para verlo sin que les afecte en lo más mínimo, pero eso es una gran mentira. Muchos de los trastornos de ansiedad que se viven en la actualidad son el producto de todas las catástrofes que vemos todos días virtualmente.

Recuerdo que en una ocasión vimos una película con Leonardo DiCaprio en la que un oso lo ataca violentamente como 15 minutos y luego lo avienta y lo vuelve a atacar y lo deja medio muerto pero no se muere y entonces llega un tipo que lo intenta matar, pero no lo mata, y luego lo están persiguiendo y casi lo vuelven a matar pero tampoco lo matan…total, el tipo se avienta una mega actuación que nadie se la quita, pero yo salí del cine como si me hubieran aventado del 5to piso y me hubiera pasado encima un carro 3 veces…Salí toda contracturada…¡me cansé de ir al cine! ¡Que estrés!

Pero el tipo de cosas que vemos no solo generan estrés, preocupación, ansiedad…también nos fomentan el chisme, la murmuración, la envidia, ¡no me digan el Facebook! eso sin contar que cada vez son más las mujeres que ven y son adictas a la pornografía. Lo que pasa es que socialmente no se acepta tan fácil pero cada vez son más las que están siendo influenciadas por esto. Y ver pornografía te afecta de muchísimas maneras: comparas, envidias, imitas, deseas cosas que a Dios no le agradan, le abres la puerta a un mundo espiritual que no vas a saber controlar y por si fuera poco te lastimas a ti misma.

Ahora, no estoy diciendo que todo el internet sea malo, ni que ir al cine lo sea, o tener Facebook, o ver las noticias, lo que te estoy recomendando es que te analices, que te fijes que no eres inmune a los comentarios que te ponen, a las películas y series que ves, a los artículos que lees, al tipo de cosas que piensas en secreto. Pero se honesta, pídele a Dios como el rey David le pidió “Examina, oh Dios y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve sí hay en mi camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.”

¡Que tengas una linda semana y que Dios te bendiga!

Publicado originalmente en Estudie la Palabra por Aimeé Perez